Águila solitaria fue una historieta o comics basada en un indio el cual era el único sobreviviente de su tribu masacrada por los hombres blancos. Fue creado por Héctor González Dueñas, el mismo creador de las aventuras de Kalimán El Hombre Increíble, se imprimieron originalmente por la Editorial RaCaNa de México, pero a partir de 1979, se reeditaron estas aventuras para Sur América gracias a la editora colombiana Cinco donde alcanzó una gran popularidad. La reimpresión de la historia de Águila Solitaria duro hasta mediados de los años ochenta.

La historia de águila solitaria trata sobre como Nube Blanca, padre de Águila Solitaria, fue asesinado por Rocky Morgan, aventurero sin escrúpulos que ayudado por otros asesinos llegan a la aldea en busca de oro, masacran a todos los habitantes y queman vivo a Nube Blanca gran jefe de tribu y padre de Aguila Solitaria. El niño trata de salvarlo y ataca a Rocky Morgan, pero éste lo golpea y cae inconsciente, despierta justo cuando los bandidos se han marchado y observa las cenizas de su padre, quien antes de morir calcinado, le dice que es mejor morir con honor que vivir sin él.

Como único sobreviviente de su tribu, Águila Solitaria jura vengarse de Rocky Morgan y emprende el camino hacia las montañas, donde pronto lo sorprenden el hambre y el frío. Ahí, es capturado por un águila que lo adopta como su aguilucho, ya que sus crías murieron.

Pronto, el niño aprendió a convivir entre las águilas, comiendo carne cruda y un día, descubrió que los aguiluchos hacían sus primeras pruebas de vuelo, su madre adoptiva le indicó que él también debía hacerlo, pero él no cuenta con alas. Aprovechando plumas de águilas muertas, el niño construye una capa alada y comienza a ensayar el vuelo, analizando que las águilas aprovechan las corrientes de aire para volar. Cuando por fin lo logra, es considerado un digno miembro de esa comunidad y finalmente se gana el apelativo de "Hijo de las Águilas".

Recuerdo como ahora esperar cada jueves de todas las semanas cuando salía el nuevo capitulo, era común ver en los kioscos de la ciudad un ejemplar de esta popular historieta que junto con la de Kaliman eran las más leídas por no solo chicos, sino también por adultos. Cada entrega siempre era una continuación de la anterior y se hacían series de capítulos que le agregaban siempre mucha expectación al lector.